"En Jaque Aldea Ezequiel Zamora" de Yenny Avariano


Artículo de opinión


En marzo de 2020, la pandemia nos obligó a implementar una modalidad a distancia en la Aldea Universitaria Ezequiel Zamora de Guatire. En el siguiente semestre retomamos las asesorías presenciales. En ese momento le preguntamos a los estudiantes qué les había parecido la experiencia de la educación a distancia. Compartimos el artículo de opinión de la triunfadora Yenny Avariano sobre este tema. Este texto fue una evaluación de la materia "Discurso Periodístico 4: Géneros de opinión". A continuación el artículo completo.

"En Jaque Aldea Ezequiel Zamora"

Evidentemente en la Aldea Ezequiel Zamora se nos ha sacado de nuestra zona confort con la llegada de la pandemia. Aunque existe ya mucha tecnología y ciertos avances, muchos profesionales en nuestra área de formación han emigrado. Sin embargo aún hay en la institución profesores de la vieja guardia con vocación de servicio, los cuales se han tenido que amoldar a esta nueva modalidad. A algunos por falta de insumos tecnológicos todavía se les hace difícil al momento de hacer las evaluaciones, aparte de las deficiencias que existen actualmente en el país, como la falta de luz eléctrica y por ende falla de internet.

En la Aldea Ezequiel Zamora se tomaron medidas para orientar a los estudiantes a la culminación de su semestre con actividades periódicas, con flexibilidad en la fecha de entrega. La experiencia estuvo muy dinámica y fue una alternativa nueva e interesante para todos, ya que nos coloca como los interesados en aprobar cada materia.

Me gustó que los profesores se abrieran a esta nueva modalidad de trabajo, tomando la iniciativa de utilizar las redes sociales como medio de comunicación alternativa entre alumnos y profesores, lo que indica que vamos a la par con las herramientas tecnológicas y tomando en cuenta las normas de bioseguridad.

El problema es que no todos los profesores poseen teléfonos inteligentes, ni tienen a su alcance internet de banda ancha y, en el peor de los casos, no poseen un teléfono analógico, debido a la inseguridad o por falta de dinero, ya que los costos de estas herramientas en nuestro país se han hecho cuesta arriba.

La ventaja de esta modalidad es que no nos exponemos a contraer el virus covid 19, ya que no tenemos que asistir ni estar en un grupo de personas o quizás ir caminando hacia la aldea por falta de efectivo o trasporte público.

La desventaja es que se pierde la interacción profesor-alumno lo cual es importante pues ellos son nuestros guías y dependemos de ellos para el fortalecimiento de nuestro programa de formación académica. Si bien es cierto, lo hacemos a través de los medios como whatsapp, mensajería o correo electrónico, pero no es lo mismo cuando sientes el apoyo y empuje que te dan los profesores de continuar hacia adelante y que te puedan despejar alguna duda en cualquier materia y en cualquier ámbito bien sea sobre temas de estudio o también en lo personal.

Lo bueno es que no nos quedamos estancados sin recibir información, al contrario, se está más pendiente de entregar las asignaciones en las fechas establecidas y pedir ayuda bien sea a un profesor o a un compañero de clase e inclusive a la coordinadora de la aldea que está siempre al pendiente de sus alumnos para motivar e incentivar que no abandonen las carreras universitarias.

En mi caso me afectó la lejanía de mis compañeros de clase, ya que ese contacto nos mantiene activos y nos nutre con cada experiencia vivida por ellos en esta pandemia, quizás contar las carencias y las dificultades que pudieron pasar a lo largo de esta experiencia. Hace falta esa mano amiga que te ayuda y te fortalece para continuar hacia adelante.

La Aldea Ezequiel Zamora en este momento alcanzó su punto más frágil. En esta cuarentena hubo un total desapego por parte de las instituciones como UBV, quienes desaparecieron por completo de la institución dejando su responsabilidad en entredicho, porque no cumplieron con sus funciones como la columna vertebral de la misma, ya que hubo atraso en ciertos sectores académicos por desinformación y apatía.

Afortunadamente los alumnos que quieren culminar su carrera universitaria están activos y pendientes de sus notas o calificaciones a final de semestre, lo cual indica que nuestra población estudiantil no está dormida, al contrario, buscando por todos los medios de hacer llegar las asignaciones por cualquier vía así sea, en un encuentro rápido en la semana de flexibilización.

Los profesores fueron enfáticos y a la vez flexibles para lograr que todos tuvieran una evaluación acorde con la situación de la pandemia, lo que indica que también están interesados en un feliz término del semestre. En general, la mayoría estuvo de acuerdo en crear un método de evaluación vía telefónica, en algunos casos por correo electrónico superando las fallas tecnológicas que existen en nuestro país en este momento. Las personas que están a cargo de la institución, creo, requieren un poquito más de organización para con los estudiantes, ya que siento que he tenido que aprender sola y no he tenido una guía como tal que me genere confianza.

En su mayoría, los compañeros de clase estaban abrumados con esta nueva modalidad de educación a distancia, no todos tienen la habilidad aprender vía internet, algunos necesitan de una explicación magistral de un profesor que sepa de lo que habla y que en términos coloquiales nos dé luces en cualquier aspecto educativo.

Este proceso de educación a distancia fue algo atropellado, porque se tuvo que tomar medidas para realizar las actividades y lograr que los profesores recibieran nuestra información y viceversa, lo cual generó estrés, desmotivación, apatía. Sin embargo, salimos adelante con un poco de ingenio.  

En ese sentido, para los futuros semestres sería bueno realizar un contacto corto entre profesores y alumnos para fortalecer ese aprendizaje y que se evidencie el interés de ambas partes. Definitivamente la educación a distancia nos pone a prueba, la inteligencia, la astucia y la calidad de persona que queremos ser a futuro.

Algunos profesionales en materia educativa piensan que esta contingencia revelará la voluntad de sus alumnos, el que quiera aprender, lo hará a pesar de las dificultades, y el que no, se agarrará de toda excusa posible para no hacerlo.

Yenny Avariano, estudiante de 8vo semestre de Comunicación Social de la Aldea Universitaria Ezequiel Zamora
Guatire, 7 de noviembre de 2020

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