La educación venezolana se ha convertido en algo palpable durante los últimos años. Niños, jóvenes, adultos e incluso ancianos tienen la oportunidad, hoy día, de realizar sus estudios en los diferentes niveles académicos, gracias a la llegada de la Revolución Bolivariana, liderada por Hugo Chávez.
Bajo políticas de inclusión y sin costos alguno, todo el país tiene la oportunidad de formarse en el nivel básico a través de la Misión Rivas, en el nivel diversificado a través de la Misión Robinson y en el nivel universitario a través de la Misión Sucre. Más de 30 instituciones en el territorio nacional, 14 universidades territoriales y 6 especializadas abren sus puertas para el público en general.
Este gran avance permitió la llegada de la educación en los lugares más recónditos, logrando de esta manera que el estudiante no viaje a lugares lejanos para estudiar, sino que pueda hacerlo desde su municipio. Lo que antes parecía difícil o imposible se convirtió en un arma potente para librar la batalla de la ignorancia, la hegemonía ideológica y la pobreza. Esto lo hace el poder del conocimiento
La educación le devolvió la vista a los ciegos, la voz a los mudos y la audición a los sordos. Erradicó la pobreza mental y contribuyó con el desarrollo social. Aumentó el número de profesionales en el país, le dió el poder a las personas para cuestionar y decidir bajo su propio criterio. Sin duda alguna el liderazgo de Hugo Chávez en el sistema educativo promovió una de las creaciones más grandes, transformando todo un país.
Más allá de un cambio en el sistema educativo, fue generado un cambió en la vida de miles. Todos, sin distinción política, social o cultural, tienen la opción de superarse como personas y brindarles un futuro diferente a sus familias, alcanzar sueños y ser quién quieran ser. Esto es un legado que debe ser ejecutado con amor, profesionalismo, ética, moral y excelencia. Un tesoro el cual debemos proteger todos.
Artículo escrito por la triunfadora Eva Araque
Revisión: JGD
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